¿El líder nace o se hace?
Muchos
pensadores durante horas, días, meses y años confrontan ideas para poder
definir si los líderes nacen o se hacen, teniendo dos teorías para poder dar
respuesta, la primera es que el ser humano al nacer es como una hoja en blanco,
que va a adquirir todas las habilidades y conocimientos a lo largo de su vida
con experiencias, por lo tanto el liderazgo es una habilidad que la adquirirá el
individuo a base de esfuerzo y convicción para poder aprenderlo, y la segunda
teoría es que el ser humano al nacer hereda una genética con aspectos positivos
y negativos, así como las enfermedades son hereditarias, lo aspectos positivos
como el atributo de liderazgo la tiene desde nacimiento y se reflejara en su
personalidad en años futuros. Estas dos teorías se confrontan sin tener un
desenlace claro sin dar una respuesta clara. Ante esta situación es válido la
interrogante ¿El líder nace o se hace? El presente ensayo tiene como objetivo
argumentar diferentes puntos de vista para determinar una respuesta a esta
interrogante.
Para
(Chumbita, 2015), considera que no existe contradicción entre la razón humana y
la ley de la naturaleza, por lo que no puede haber moralidad donde no existe la
razón, por eso el decir que los niños, los locos y los idiotas no son
considerados como responsables de sus actos. La razón humana es la capacidad
del ser humano para pensar y reflexionar para llegar a una conclusión para
determinadas situaciones y la ley de la naturaleza son aquellas situaciones o
fenómenos naturales que se repiten de forma repetitiva obedeciendo un orden y
un propósito. Joan Chumbita considera que las leyes de la naturaleza como en lo
racional son cognoscibles, es decir que son adquiridos a base de la experiencia
para poder interiorizarlo, esto inspirándose en los escritos por el político
Ingles John Locke. El ser humano nace como una hoja en blanco, Tabula rasa, tablilla sin escribir, sin estar atado a situaciones o eventos
pasados y mucho menos pensar que el hombre venga al mundo con cualidades
innatas, sino que todos los conocimientos y habilidades lo va adquiriendo con
las experiencias y percepciones sensoriales a lo largo de su vida.
En
cambio para (Bustínduy, 2014) argumenta que el líder nace, personalizando su
ejemplo en Felipe VI, rey de España, pues para instituciones monárquicas está
sustentado a través de la sangre real que ponen la privación a la corona a
mujeres para la sucesión, por ello la exclusión de las hermanas Elena y
Cristina del príncipe de Asturias. En las empresas familiares la sucesión de
este poder esta detallado bajo un protocolo familiar que no escapa de
dificultades, que siendo quizás el problema más grande es la disposición del
sucedido en tomar la decisión de la retirada o despedida. Otro ejemplo por el
autor es el de Alejandro Magno, rey de Macedonia, que fue preparado para reinar
a través de enseñanzas de Aristóteles y experiencias en tácticas de guerra
militares, esto fue considerado como el primer mentoring-coaching directivo de la historia. Para Iñaki Bustínduy,
el rey Felipe VI nació siendo un líder por tener sangre real, y como parte de
su formación se le preparo con conocimientos y habilidades que le ayudarán en
su gestión, además añade que el líder debe ser: visionario, influenciador,
innovador, mediador, pacificador, participativo, servidor, ético, ejemplar y
equilibrado.
Citando
del libro La práctica de la gerencia
de Peter Druker en 1954 “El liderazgo reviste la mayor importancia. Sin lugar a
dudas no hay sustituto para él. Pero el liderazgo no puede ser creado o
promovido. No puede ser enseñado o aprendido”. Druker afirma que el ser humano
nace con firmas genéticas las cuales si son bien encontradas por cada individuo
y son desarrolladas pueden dar resultados de forma más natural de aquellas
personas que no tienen estas firmas genéticas haciéndose más dificultosos para
poder desarrollarlos. Argumento similar el de (Benis & Nanus, 1985) donde
mencionan que existen diferentes mitos del liderazgo como por ejemplo que si
esta fuera una rara habilidad en los individuos, o que los lideres son
carismáticos para poder encabezar grupos o que el liderazgo sólo existe en la
alta dirección. Otros mitos mencionados por los autores son que el líder es un
controlador, dirigente y manipulador o que la tarea del líder es generar valor
a los accionistas pero el mito que coincide con Druker es que los líderes nacen
y no se hacen, argumentando que influye la carga genética.
Para
(Hermosilla, Amutio, Acosta & Páez, 2016) argumentan que el liderazgo
transformacional es el más adecuado para orientar a las empresas hacia el
cambio y la innovación asociándose con la satisfacción, efectividad y
motivación a diferencia del liderazgo transaccional que es de corto plazo
obteniendo objetivos puntuales a intercambio de recompensas. El liderazgo
transformacional va más allá de una gestión diaria de operaciones y tareas para
llevar a una empresa, departamento o equipo de trabajo para llevarlas a un
nivel más de rendimiento. El liderazgo transformacional a través de la
motivación de equipos y colaboración de los subordinados en todos los niveles
de la organización para obtener un cambio que beneficie a todos, en paralelo crea
oportunidades para incentivar el crecimiento y desarrollo profesional de cada
subordinado. Este liderazgo en el ámbito empresarial se va adquiriendo a base
de conocimientos, habilidades y experiencias, además se debe de tener en forma
personal el carisma, capacidad de escuchar y empatía, este tipo de
profesionales tienen el respeto y admiración de compañeros, el desarrollo de la
comunicación para poder orientar a los miembros del equipo para lograr un
objetivo en conjunto. Este liderazgo es una combinación en que se tiene que
tener de forma innata con algunas habilidades y segundo desarrollarlas para
fortalecerlas a base de experiencias y adquisición de conocimientos.
Para
(Ramírez, 2006) el liderazgo es un proceso que se puede desarrollar y enseñar a
las personas, accesible para toda aquel que tenga interés de aprenderlo y
realice el esfuerzo necesario para poder asimilarlo. El individuo debe de
cumplir dos condiciones fundamentales para poder lograrlo: (a) el colaborador
debe de estar convencido el ser un líder, porque tiene la percepción de que
puede lograrlo; (b) la segunda condición es la motivación que pueda persuadir
en otras personas visionarias con conocimientos, habilidades y actitudes para
poder desarrollarlo. Para Ramírez el mejor modelo de liderazgo para las
organizaciones es la de Robert J. Sternberg con sus tres componentes:
sabiduría, inteligencia y creatividad acompañado con el modelo de Daniel
Goleman del liderazgo primal que se basa en las competencias de la inteligencia
emocional y sus cuatro dominios fundamentales: autoconciencia, autogestión,
conciencia social y habilidades sociales. Además Ramírez en base al artículo
publicado por Goleman “Liderazgo que obtiene resultados”, sostiene que los
ejecutivos más eficaces son aquellos que utilizan los diferentes tipos de
liderazgo sabiendo utilizar a la medida justa y en el preciso momento, la parte
más complicada es poner en acción dicha flexibilidad. Los 6 estilos de
liderazgo son: el autoritario, el visionario, el afiliativo, el democrático, el
ejemplar y el formativo.
En
cambio (D´Alessio, 2017) primero se cuestiona que indicadores están asociados
al liderazgo en una persona, estos pueden ser logros obtenidos en un proyecto,
resultados de una gestión empresarial, objetivos y logros alcanzados, cambio de
mentalidad y mejoramiento de la cultura organizacional. El autor propone la
herramienta MLQ (Multifactor Leadership
Questionnaire) de Avolio y Bass en sus diferentes formas. Para Fernando
D’Alessio los líderes nacen y se hacen; nacen porque así como las enfermedades
congénitas que uno puede heredar también las cosas positivas se heredan formado
parte de la genética de cada individuo, por ello D’Alessio descarta que el ser
humano nace como una hoja en blanco, Tabula
rasa, tablilla sin escribir; y también argumenta que los líderes se hacen
con mucho trabajo desarrollando los atributos de cada persona teniendo una
fuerte convicción para lograrlo. La gran tarea de los líderes es guiar a los
subordinados influenciándolos de manera positiva para lograr objetivos, estos
son los lideres transformacionales que van preparando al equipo para el cambio
para que así las organizaciones mejoren. D’Alessio argumenta que se escribe y
ofrece mucho sobre liderazgo, siendo un crucial tributo humano que las empresas
que lo posean en sus recursos serán las que lo conviertan en organizaciones
triunfadoras, sin embargo poco o casi nada han conseguido a la fecha.
El
liderazgo empresarial es una habilidad o proceso mediante el líder de la
empresa tiene la capacidad de influenciar y motivar a los subordinados para
conseguir objetivos y resultados para satisfacer las necesidades de la empresa,
este líder transformacional debe preparar al equipo para el cambio teniendo la
capacidad de trasladar una visión en una realidad. Es por ello que algunos
autores argumentan que los lideres nacen por tener un linaje real, ejemplo de
Felipe VI de España o como el argumento de Chumbita basándose en la idea de
Jonh Locke que el ser humano nace como una hoja en blanco y que todas sus
conocimientos y habilidades lo va adquiriendo con las experiencias y
percepciones sensoriales a lo largo de su vida. Entonces si se parte con este
argumento, el líder se formará en el camino a base de experiencias que le
permitirán guiar grupos para lograr resultados. En cambio otros autores
argumentan que los líderes tienen la habilidad desde nacimiento desarrollando
el atributo teniendo una fuerte convicción para lograrlo, y la motivación para
poder incentivar a otras personas y lograr objetivos grupales. Por los
argumentos desarrollados considero que el líder debe de tener en su genética el
atributo heredado, pero a su vez tiene que desarrollar con motivación y
convicción para poder ejercerlo, por lo tanto el líder nace y se hace en el
camino.
Referencias
Benni s, W., & Nanus, B.
(1985). Leaders: The strategies for
taking charge. New York: Harper & Row.
Bustínduy,
I. (2014). ¿El líder nace? Felipe VI, nuevo rey de España. (Spanish). Capital Humano, 27(289), 46.
Chumbita,
J. S. (2015). La ley de naturaleza como mandato divino. Continuidades entre los
escritos tempranos y de madurez en la obra de John Locke. Revista Telos, 17(1), 129-150
D´Alessio,
F. (2017). Liderazgo ¿Mito o
realidad?. CENTRUM Católica-Centro de Negocios de la Pontificia Universidad
Católica del Perú.
Drucker , P. (1954). The practice of management. New
York: Harper & Row.
Hermosilla,
D., Amutio, A., Costa, S. d., & Páez, D. (2016). El Liderazgo
transformacional en las organizaciones: variables mediadoras y consecuencias a
largo plazo. Revista De Psicologia Del
Trabajo Y De Las Organizaciones, 32(3), 135-143.
doi:10.1016/j.rpto.2016.06.003
Ramírez,
A. (2006). El líder, ¿Nace ó se hace?. Folletos
Gerenciales, 10(10), 29-36.
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